La arquitecta local Fernanda Ahumada y el estudio FR-EE completaron el Pabellón Nacional de la Biodiversidad en la Ciudad de México con una fachada de paneles móviles de aluminio que responde a la luz y al viento.
Ubicado en el universidad nacional autonoma en la Ciudad de México, el edificio albergará los archivos y las crecientes colecciones de mamíferos, reptiles, peces y aves de la Instituto de Biología en plantas radiales que ascienden a lo largo de sus tres plantas.

La forma circular del edificio fue diseñada como una interpretación del concepto del “árbol de la vida”, que ilustra la interconexión de todos los seres vivos.
“El árbol de la vida es una metáfora común utilizada por los biólogos para representar la relación entre las especies”, dijo a Dezeen la fundadora del estudio, Fernanda Ahumada. “Los biólogos moleculares utilizan hoy esta herramienta para organizar la información y el conocimiento; el programa arquitectónico se representa en el edificio de la misma manera”.

Una escalera central organiza aún más el interior del edificio y representa la doble hélice de una hebra de ADN.
“Nuestra escalera es el centro del museo y pretende ser una representación del vínculo común de todas las especies vivas de la tierra”, dijo Ahumada, quien trabajó con Fernando Romero de GRATIS en el diseño

La ola de miles de módulos de aluminio en el edificio fue diseñada para responder al ambiente interior cubriendo la fachada de vidrio donde el espacio interior requiere menos luz.
El revestimiento dinámico sigue la curva del edificio, más alto hacia el sur y completamente cerrado en algunos tramos, sin vidrio, como la zona que corresponde al auditorio.
Los paneles de aluminio miden 30 x 20 centímetros y responden al sitio circundante moviéndose con el viento, aludiendo a la “permanencia e importancia” de la biodiversidad y creando una “fachada viva”.

Las cuatro colecciones del instituto se almacenan en “compactadores de almacenamiento de alta densidad” sobre rieles metálicos ubicados en el anillo más interno que rodea la escalera.
Debido a la sensibilidad a la luz de las muestras almacenadas y expuestas, se ubican más alejadas de la fachada del edificio.

Los espacios de investigación, laboratorios y espacios públicos están ubicados en el anillo exterior, lo que brinda más acceso a la luz y ventilación naturales y vistas del paisaje volcánico circundante.
El primer piso del edificio, que alberga espacios públicos como la parada de regalos, la cafetería y la biblioteca, se integra directamente en el entorno natural circundante al ofrecer vistas despejadas desde las ventanas del piso al techo.
El segundo y tercer piso del edificio, que albergan las cuatro colecciones principales de especies del edificio, ofrecen vistas controladas del entorno a través de la fachada ondulada del edificio.
Los cimientos del edificio se construyeron con Canterauna piedra volcánica local distribuida por la explosión del volcán Xtile en el siglo IV.

El Pabellón Nacional de la Biodiversidad pretende ser un espacio para almacenar, estudiar y ampliar los archivos del Instituto de Biología así como para educar al público sobre sus colecciones.
Es uno de varios proyectos terminados recientemente en la Ciudad de México, como este pabellón y jardín revestidos de piedra de Erre Q Erre y el rascacielos más alto de la Ciudad de México de Pelli Clarke & Partners.
La fotografía es de César Belio a menos que se indique lo contrario.