‘Titanes financieros comprometidos en una batalla en la que el ganador se lo lleva todo’ por la deuda de Serta Simmons


HOUSTON – El juez de la corte de quiebras de EE. UU. que preside la Ropa de cama Serta Simmons El caso del Capítulo 11 dijo el martes en una opinión escrita que no había evidencia de que la compañía y sus principales prestamistas actuaron de manera inapropiada en 2020 al llegar a un nuevo acuerdo de deuda y dijo que las partes actuaron de buena fe.

Los abogados habían argumentado que un conjunto de patrocinadores financieros habían sido excluidos de un refinanciamiento de préstamo que le dio a Serta Simmons acceso a $ 200 millones en efectivo nuevo para mantenerse solvente en 2020. Ese acuerdo empujó a los prestamistas, incluidos Apollo Global Management y Angelo Gordon & Co. , de vuelta en la línea de pago.

La opinión de 17 páginas, que también falló a favor del plan de reorganización de Serta Simmons, sigue los argumentos presentados durante cinco días por una lista de abogados de varios prestamistas y de la empresa. Serta Simmons solicitó la protección del Capítulo 11 bajo el Código de Quiebras de EE. UU. en enero.

El juez David Jones, juez principal del Tribunal de Quiebras de EE. UU. para el Distrito Sur de Texas, dijo que las partes sabían que el contrato de crédito de la empresa de 2016 era un “documento impreciso”, que permite maniobras de préstamos creativas.

“La exposición del prestamista a este tipo de transacciones se puede minimizar fácilmente con una redacción cuidadosa de los documentos de préstamo”, escribió Jones. “Si bien el resultado puede parecer duro, no hay equidad que lograr en este caso. Titanes sofisticados se enfrentaron en una batalla en la que el ganador se lo lleva todo. Hubo un ganador y un perdedor. Tal resultado no solo era previsible, es el único resultado correcto. El riesgo de pérdida es un control sobre el comportamiento desenfrenado”.

“No se presentó evidencia de un motivo impropio en nombre de los deudores o los prestamistas de PTL”, dijo Jones en su opinión. “Los deudores siempre se mantuvieron transparentes en sus objetivos. Asimismo, los prestamistas de PTL actuaron a la defensiva y de buena fe. En la escala de equidad, es la conducta de los prestamistas objetantes lo que levanta una ceja. No hay evidencia de incumplimiento del deber implícito de buena fe y trato justo por parte de los deudores, los prestamistas de PTL o cualquiera de los contrademandados. No hay evidencia de incumplimiento del contrato de crédito de 2016.

“Las partes podrían haber evitado fácilmente toda esta situación con la adición de una oración o dos al contrato de crédito de 2016”, continuó. “Ellos no. Y este litigio termina con cada parte recibiendo el trato que hicieron, no el que esperaban obtener”.

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